No sé si lo recuerdas pero cuando comencé a enviar esta newsletter todavía trabajaba en el call center.
Lo enviaba desde la desesperación. Sabiendo que debía hacerlo pero sin tener del todo claro por qué.
Había dos cosas que me preocupaban.
La primera era dejar ese trabajo de mierda.
La segunda, muy vinculada con la primera, era vivir de mis contenidos.
El trabajo lo dejé gracias a que Pol y Corti me invitaron a trabajar en Mumbler.
Pero todavía no he logrado vivir de mis contenidos.
La diferencia es que ahora ya no me urge hacerlo.
¿Sabés por qué?
Es cierto que no vivo de mis contenidos pero creo que vivo gracias a ellos.
Me gusta imaginar que cuando Pol y Corti se decantaron por mí, tuvieron en cuenta alguna de las muchas cosas que, al igual que este newsletter, hice sin saber por qué y para qué.
De hecho, este tweet de Corti me hace creer que fue así.
Todavía quiero vivir de mis contenidos.
O, por lo menos, ganar dinero con ellos.
El suficiente como para poder seguir dedicándole el mismo tiempo sin sentirme culpable.
Pero ya no tengo la urgencia porque ahora tengo un trabajo que me gusta.
Y si… Todavía me cuesta creerlo pero sentarme a trabajar para Mumbler me llena casi tanto como hacerlo para Babel Infinito.
Tal vez más, porque también me llena el bolsillo y el estómago 🤣
Por lo tanto, puedo continuar creando mientras persigo la excelencia que me permita monetizar mis contenidos tanto como yo considero que deberían ser monetizados.
Pero sin urgencia ni desesperación.
Y ahí estoy yo… Aprovechando este fin de año para reformular casi todo y encontrar una manera sostenible y escalable para seguir hablando de series.
Porque nuestras necesidades económicas pueden cambiar de un día para el otro.
Pero las espirituales no.
Y para mí, crear contenido, viene desde allí. Desde lo más profundo de mi ser.
¡Saludos!
Leo
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